El Gobierno de Aragón ha pedido ayuda a diversos centros de investigación de Estados
Unidos pero de momento sólo ha conseguido una pequeña financiación de la Federación
de Caza de Aragón | El último ejemplar de la subespecie de cabra hispánica del Pirineo
murió
el 2000 y fue objeto de una clonación frustrada
Bucardo, cabra del Pirineo Joseph Wolf
El gobierno de Aragón y algunos de los científicos que siguieron los pasos de los últimos ejemplares vivos del bucardo mantienen la remota esperanza de recuperar está subespecie de cabra del Pirineo que se considera extinguida desde el año 2000.
El pasado mes de junio, el consejero aragonés de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Modesto Lobón, recordó que se conservan células congeladas de la última hembra de bucardo muerta en el Pirineo (conocida como Celia) y que la posibilidad de clonar un animal de esta especie a partir de estas células depende en la actualidad de que se disponga de la opinión favorable de los técnicos y de que se consiga financiación externa para el proyecto.
El proceso de clonación con este tipo de células es complejo pero no imposible, sobretodo con las técnicas disponibles en la actualidad. Se debe recordar que el año 2003 un equipo científico aragonés llevó a cabo una clonación de bucardo a partir de las células extraídas de Celia poco antes de su muerte pero el proceso acabó en fracaso con la muerte de la cría conseguida, pocos minutos después de nacer, a causa de una malformación genética.
Buscando ayuda en Estados Unidos
La segunda dificultad para poner en marcha un segundo intento de clonación es la financiación. El consejero Modesto Lobón explicó también el pasado mes de junio que durante los últimos años se han hecho diversos intentos de conseguir ayuda técnica y financiación de centros y empresas de Estados Unidos, por el momento sin ningún éxito.
La única ayuda económica conseguida hasta el momento por el gobierno aragonés para reiniciar el proceso de clonación ha llegado este mismo otoño de la Federación Aragonesa de Caza, que ha firmado un convenio con el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (CITA) para comprobar el estado de conservación de las células que se mantienen congeladas de bucardo, paso previo para cualquier intento de clonación.
En un reportaje publicado el pasado viernes por la BBC, Alberto Fernandez-Arias, uno de los técnicos que participó en el primer intento de clonación y que sigue trabajando en este campo desde el gobierno de Aragón, explicaba que el proceso se encuentra en una fase muy preliminar. "De momento no se puede decir que estemos iniciando de proceso de clonación del bucardo, solamente queremos saber si las células de Celia todavía estan vivas, después de estar congeladas en nitrogeno líquido durante 14 años".
Historia de un fracaso
El bucardo (Capra pyrenaica pyrenaica) es una subespecie de cabra hispánica, de formas robustas y fuertes, con un tamaño que alcanzaba el metro y medio de longitud en edad adulta. Como característica en los machos, destacaba su desarrollada cornamenta, de base ancha y en la cual, de forma similar a los árboles y su tronco, según sus variedades anulares llamadas medrones, que aumentaban año tras año, se podía determinar su edad. Tenía pelaje pardo, oscuro en algunas zonas dorsales y blanco en el vientre. Sus ojos, de color amarillo claro.
Se tienen señas de que ya era animal de caza en la prehistoria y, aunque abundante aún en el siglo XIX, se convirtió en un animal prioritario de caza y de un gran valor cinegético, lo que fue reduciendo la supervivencia de especie. A principios de 1900, España, último sitio donde podía encontrarse tal variedad de cabra montesa, contaba con la triste cantidad de sólo 50 ejemplares.
Las acciones por la protección de la especie llegaron demasiado tarde, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido se convirtió en el único sitio donde divisarlo. Se intentaron las crías en cautividad con resultados poco satisfactorios. De las 30 especies que quedaban aun en 1981 se pasaron a 10 en 1993 y un par al año siguiente. En 1999 murió el último macho y a principios del 2000 murió Celia, tras ser aplastada por un abeto en el mismo Ordesa
Fuente http://www.lavanguardia.com/