Un grupo de investigadores británicos podría tener la
respuesta a la enigmática existencia del Yeti. El análisis del ADN de unas
muestras de cabello indican que el Yeti puede tener una compatibilidad genética
con un antepasado del oso pardo del Himalaya, con el que se habría confundido a
la mítica bestia que se ha confundido con la bestia mítica.
Yeti, también conocido como el
"hombre de las nieves" o "Pie Grande", es un misterio sin
resolver desde hace siglos en el Himalaya, cordillera en la que tanto la
población local como los montañeros afirman haberlo visto de cerca.
Según publica el diario "The
Independent", Bryan Sykes, profesor de genética humana en la Universidad
de Oxford, se dispuso a recoger muestras de cabello del "Yeti" y a
analizarlas para saber a qué tipo de especi corrrespondía. En concreto, analizó
pelos de dos animales desconocidos, que se encuentra en la región occidental
del Himalaya de Ladakh y el otro de Bhután, a más de 1.000 kilómetros al este.
Después de someterlos a las pruebas
de ADN y comparar los resultados con los genomas de otros animales almacenados
en la base de datos GenBank, el profesor Sykes descubrió que tenía un 100 por
ciento, con una muestra de una antigua mandíbula del oso polar que se encuentra
en Svalbard, Noruega, que se remonta por lo menos 40.000 años -y probablemente
alrededor de 120 mil años- un momento en el que el oso polar y el pardo se
separaban como especies diferentes. La explicación más probable, según Sykes,
es que se trata de un híbrido entre el oso polar y el pardo.
El profesor confesó que "este es
un resultado emocionante y totalmente inesperado, que sorprendió a todos. Queda
trabajo por hacer en la interpretación de los resultados, pero no ceo que esto
signifique que haya antiguos osos polares deambulando por el Himalaya".
Sin embargo, añadió, "podemos especular sobre una posible explicación. Podría
significar que hay una subespecie de oso pardo en el Alto Himalaya,
descendiente del oso que fue el ancestro del oso polar".
El
legendario alpinista Reinhold Messner, el primer hombre en escalar el Everest
sin oxígeno, ha estudiado desde su encuentro con una misteriosa criatura en el
Tíbet en 1986, y sus indagaciones coinciden con la teoría de Sykes. Durante su
investigación, descubrió la imagen de un "Chemo" -otro nombre local
para el Yeti- en un manuscrito tibetano de hace 300 años, en el que junto al
dibujo había un texto que hablaba del Yeti como "una variedad de osos que
viven en zonas montañosas inhóspitas"
Fuente larazon.es.