Tras años especulando sobre el posible daño que provocan los teléfonos móviles en nuestro cerebro, un nuevo estudio sugiere que podrían frenar el Alzheimer.
Efectivamente, las ondas electromagnéticas de los móviles podrían proteger contra el Alzheimer y revertir sus síntomas, de acuerdo con un estudio realizado con ratones genéticamente modificados.
Los resultados fueron tan sorprendes que Juan Sánchez-Ramos, coautor del estudio, no lo podía creer.
Bromeamos y comenté que a lo mejor habíamos marcado mal los ratones o no estaba encendida la antena», comenta el neurocientífico de la Universidad del Sur de Florida.
¿Protegen los móviles de la radiación?
Los principales culpables de la enfermedad de Alzheimer, que se caracteriza por demencia y deterioro cognitivo, parecen ser unos depósitos del cerebro llamados placas beta-amiloides, que pueden formarse entre las células nerviosas.
Durante el experimento, los investigadores observaron los efectos de la exposición a teléfonos móviles en 96 ratones genéticamente modificados para desarrollar placas beta-amiloides y, por tanto, síntomas de la enfermedad. En general, los ratones desarrollaron los primeros síntomas a los 6 meses aproximadamente. A los 8 meses ya presentaban deterioro cognitivo.
Tanto los ratones normales como los tendentes a desarrollar Alzheimer fueron expuestos a ondas electromagnéticas durante una hora al día durante 7-9 meses.
El estudio mostró que si la exposición comenzaba antes de que los ratones genéticamente modificados comenzaran a mostrar signos de la enfermedad, tenían menos posibilidades de desarrollar los síntomas después.
Además, estos ratones mostraban los mismos resultados en los tests de memoria y habilidades cognitivas que aquellos sin Alzheimer. Por ejemplo, se les sometió a una prueba de interferencia cognitiva para probar su habilidad para recordar algo tras una interrupción o se les colocó en un laberinto con forma de Y que mide las funciones básicas de la memoria.
Por otra parte, en los ratones genéticamente modificados que fueron expuestos a la radiación tras comenzar a mostrar déficits cognitivos se redujeron los problemas de memoria tras varios meses de exposición.
De ratones, hombres y Alzheimer
No se sabe cómo la radiación protege del Alzheimer, pero el equipo tiene algunas ideas.
Una es que las ondas electromagnéticas provocan una tensión celular que repara ciertos mecanismos del cerebro. Por ejemplo, Sánchez-Ramos afirma que los científicos son conscientes de que algunos daños menores, como sustancias tóxicas o bajos niveles de oxígeno, mejoran la habilidad del cerebro para reparar daños en las proteínas y el ADN.
Sin embargo, advierte que el experimento no es «una réplica perfecta de los teléfonos móviles que usamos los humanos».
Por ejemplo, los ratones estuvieron expuestos a la radiación de los móviles sobre todo su cuerpo, no solamente la cabeza.
«Es un descubrimiento muy interesante y quizá pueda llegar a probarse en humanos», comenta David Knopman, experto en Alzheimer de la Clínica Mayo de Rochester, Minnesota (Estados Unidos). Sin embargo, también recomienda ser cautos a la hora de asumir tal posibilidad.
«Lo que funciona en ratones no tiene por qué funcionar en personas», afirma Knopman, que no participó en el estudio.
«Esta prueba en animales es muy útil, pero todavía quedan muchas cuestiones por resolver antes de saber si será válida para personas».
Esto se debe a que esta enfermedad no se manifiesta de la misma forma en humanos, según afirma George Perry, otro experto en Alzheimer de la Universidad de Texas, que tampoco participó directamente en la investigación.
«En la mayoría de las personas, el desarrollo de placas beta-amiloides está relacionado con el envejecimiento, no con una modificación genética», añade Perry.
Quizá no todo sea negativo
En cualquier caso, la investigación plantea la posibilidad de que los efectos de la radiación de teléfonos móviles sobre la salud no son siempre perjudiciales, como comenta Perry, redactor jefe de la revista Journal of Alzheimer's Disease, en la que se publicó el estudio.
La cuestión sobre cómo esta radiación afecta a los humanos es en la actualidad objeto de un intenso debate.
Algunos científicos, por ejemplo, afirman que la radiación de los móviles puede provocar riesgos de desarrollar cáncer cerebral, lo que ha hecho que el Estado de Maine (Estados Unidos) se plantee la posibilidad de exigir que los teléfonos móviles lleven etiquetas de advertencia.
«El nuevo estudio, sin embargo «proporciona otros datos y pone el debate en perspectiva, remarcando la necesidad de considerar todos los efectos que provocan los teléfonos móviles», afirma Perry.Ker Than
Para National Geographic New