Todo lo que siempre quiso saber sobre el pescado que consumimos
Algunos lo llaman "el pescado de la crisis". Recuerda al lenguado, es muy barato, apenas tiene espinas y se ha convertido en un alimento muy popular en las mesas españolas. La panga, sin embargo, no es un pez de mar, ni siquiera de un mar cercano. Se da en lagos y ríos del sudeste asiático, a pesar de que las fotos de barcos en alta mar en los supermercados y su sabor a lenguado nos hagan pensar lo contrario.
"Somos bastante ignorantes sobre la procedencia del pescado que consumimos", afirma José Luis García Varas, de WWF España. "No hay mucha información enfocada al consumidor español". Un consumidor que, a pesar de la crisis, consume 27 kilos de pescado al año, una demanda que la flota pesquera española no consigue satisfacer del todo, y que necesita cubrirse mediante la importación, como es el caso del panga. "Nuestra huella ecológica se extiende hacia todos los mares", comenta Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF España. "No somos conscientes de que con nuestra elección estamos incidiendo en la sostenibilidad de recursos de aquí y de otros lugares lejanos", añade.
El interés por la procedencia del pescado que consumimos siempre suele ir ligado a su calidad, su precio, y pocas veces a las artes de pesca que se siguen para capturarlo, a los aspectos medioambientales, a lasostenibilidad de los ecosistemas, a la legalidad de su captura. Aspectos que no deben desdeñarse, por cuanto pueden hacer desaparecer pescados comunes en nuestras mesas. "El mercado del boquerón en Vizcaya colapsó, y aunque fue sustituido por otra especie, lasobreeexplotación ha hecho que las especies en nuestros mercados hayan cambiado radicalmente", afirma García Varas. Un caso similar, pero de menor magnitud y gravedad, al del atún rojo, consumido masivamente por el mercado japonés sin tener en cuenta el agotamiento de los recursos, la sobreexplotación y las prácticas ilegales que había tras su captura.
España, suspenso en consumo sostenible
Para revertir esta situación y sensibilizar al consumidor de que su consumo de pescado influye sustancialmente en los ecosistemas de donde se captura, WWF ha elaborado la exhaustiva 'guía de pescado'. Con ella la organización, en colaboración con la Fundación Biodiversidad y el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, pretende no sólo sensibilizar al ciudadano sobre el consumo sostenible de pescado, sino también presionar para que el proceso desde la captura hasta nuestra mesa sea lo más transparente posible.
En ella, de tamaño bolsillo y con versión para móviles, se analizan las especies más consumidas en España, procedentes de más de 400 pesquerías de todo el mundo, y se dividen en tres categorías:consumo recomendado, consumo con moderación y consumo no recomendado. "Esta evaluación está basada en los estándares del MSC(siglas de Marine Stewardship Council, o Consejo de Administración Marina)el sistema de mayor reconocimiento internacional en cuanto a sostenibilidad pesquera", comenta Raúl García Rodríguez, responsable de pesca de WWF España.
Como si de un semáforo del consumo de pescado de tratara, las tres categorías se dividen en los colores rojo, verde y ámbar. Desgraciadamente, es el primero de estos colores el que más abunda. El39% de los stocks atlánticos evaluados están sobreexplotados. En el caso del Mediterráneo, la cifra asciende al 88%. "Utilizamos un 50% más de los recursos que podemos aprovechar. Vivimos como si tuviéramos un planeta extra, y en el 2030, ni con dos planetas podremos cubrir nuestra demanda", sentencia Juan Carlos del Olmo.
El papel que juega España en este cambio de rumbo es esencial: tanto su flota, de alrededor de 11.000 buques operativos, como su consumo per cápita la convierten en una potencia mundial en el sector pesquero. Sin embargo, la concienciación sobre la sostenibilidad en España es aún muy escasa en comparación con otros países como Alemania, donde la campaña mundial de WWF sobre la guía de pescado ha tenido mucho éxito.
Según Juan Carlos del Olmo, esta reticencia española está a punto de cambiar: "la tendencia hacia la sostenibilidad en nuestro país ha sido más lenta, pero está comenzando. Tenemos dos pesquerías de Galicia, una de navaja que se extrae con buzos sin botella, de una manera artesanal, y otra de almeja, que cumplen con los estándares MSC". A pesar de estos avances y de que el porcentaje de stocks pesqueros sobreexplotados se ha reducido desde 2005 (cuando el Atlántico albergaba un 95% de ellos), aún queda mucho por hacer para que todas las alertas rojas y ámbar cambien al color verde.
Fuente elmundo.es