La guerra del cerdo ibérico
Expositor de productos ibéricos en una muestra en Sevilla.
- La regulación que propone el ministro Arias Cañete deja a todos insatisfechos
- Los productores de la dehesa exigen a la Junta que defienda sus intereses
- El nuevo etiquetado beneficia supuestamente a las razas mezcladas
- Ganaderos consideran que el nuevo etiquetado es un fraude al consumidor
El nuevo borrador de la norma de calidad de los productos del cerdo ibérico ha hecho cundir el pesimismo entre el sector ganadero e industrial en Andalucía y Extremadura. El texto elaborado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, después de que se filtrara un documento anterior este verano, resulta decepcionante para los defensores de reservar ese nombre para la raza pura 100 por 100.
El borrador que ahora presenta el Ministerio permite que se considere cerdo ibérico al animal cruzado, algo que defendían desde las comunidades de Castilla y León y Murcia, donde se ubican las granjas intensivas que antes producían cerdo blanco y en los tiempos de la 'burbuja' del ibérico se lanzaron a criar animales con menos exigencia.
El nuevo documento, lejos de simplificar el etiquetado de los productos ibéricos para facilitar al consumidor conocer lo que se le ofrece, parece añadir confusión incluso para los profesionales del sector, hasta el punto que no complace a ninguna de las partes.
Desde Andalucía, el portavoz de la Plataforma en Defensa del Cerdo Ibérico se muestra indignado por el giro que se ha detectado en el Ministerio. "Es un despropósito de lo más burdo. Es un fraude absoluto al consumidor, y todo por ceder a las presiones lanzadas desde la industria de Salamanca y Murcia", asegura García Palacios.
Los ganaderos andaluces pretenden que se diferencie la producción de ibérico criado en dehesa y con bellota en su alimentación. Y también que sólo se pueda etiquetar como cerdo ibérico el que es de raza pura 100 por 100.
Tres categorías
En el borrador hecho público por el Ministerio que dirige Miguel Arias Cañete se plantea diferenciar los animales en tres categorías en función de la raza. la alimentación y el manejo del ganado. El primero será para el ibérico puro de bellota 100 por 100, sin aporte suplementario de piensos.
Sin embargo, también se contempla una segunda categoría que incluirá ganado extensivo con una pureza racial de al menos el 50 por 100 y alimentados con los recursos de la dehesa, con pienso o con ambos sistemas de alimentación. Y se da paso una tercera denominada 'Ibérico de cebo intensivo' para una pureza racial de al menos el 50 por 100 y con una superficie de suelo libre de dos metros cuadrados en la fase de cebo. Esta última categoría es la más polémica y la que da entrada a los nuevos industriales que pedían relajar las exigencias para sus productos.
Nadie conforme
Ante este confuso panorama, desde Andalucía se reclama en nombre de los derechos del consumidor. Así, García Palacios asegura que la propuesta "está orientada hacia la mediocridad y eso lo pueden hacer mejor, más barato y con el mismo nombre desde fuera de la dehesa". En definitiva se lamenta que se siga llamando ibérico a lo que a su criterio no lo es ,porque son animales criados en naves y con pienso.
Curiosamente desde la parte supuestamente beneficiada tampoco se está conforme con el borrador ministerial. El presidente de Iberaice, Carlos Díaz, reconoce que "con este borrador se dan pasos, pero sigue yendo contra los intereses de Castilla y León". Desde este colectivo, que aglutina a más de 300 industrias de toda España, aseguran que "fijar tres categorías viene bien, pero estos nombres no son adecuados porque no aclaran, confunden más".
En estos momentos un asunto claramente sectorial se ha politizado de manera evidente. No sólo porque se enfrentan intereses económicos de distintas comunidades autónomas, si no incluso porque empiezan a posicionarse también de forma partidista y se señala a la consejera de Castilla y León, Silvia Clemente, como la más influyente en el PP para imponer su criterio en la Administración.
En este panorama se reclama a la Junta de Andalucía por parte del sector que mantenga una postura firme ante el Ministerio y Arias Cañete. Eso sin olvidar que también hay un colectivo en Andalucía de criadores de cerdo cruzado (Asaja Sevilla ha defendido sus intereses y UPA en Extremadura) que también han hecho saber sus intereses al consejero Luis Planas.
En todo caso, en la Junta de Andalucía se han posicionado en favor de la producción porcina de la dehesa de Huelva, Sevilla y Córdoba y se ha hecho saber que presentarán alegaciones ante el Ministerio de Agricultura para que se haga "una diferenciación de producciones para no perjudicar a los productos ibéricos que tienen su origen en la dehesa andaluza, ya que "se ponen al mismo nivel que otro tipo de producciones, pero con costes inferiores".
Se sabe que se van a iniciar los contactos para continuar negociando. Por eso los ganaderos que defienden las diferentes posturas, los distintos puntos de exigencia para un etiquetado correcto, están exigiendo a los políticos de sus respectivas comunidades que se impliquen en esta 'guerra'.
Esi sí, si algo sorprende a estas alturas es que un tema que tiene como objeto mejorar la información al consumidor sólo parece quedarse en una dura negociación en la que participan ganaderos e industriales defendiendo sus respectivos intereses. Ahora bien, resulte lo que resulte ¿se ayudará al consumidor a conocer lo que compra ?.
Noticia de elmundo.es