Respecto al riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares
¿Es la carne de pollo más sana que la de ternera?
(Foto: Sxc.hu)
Un estudio reciente llevado a cabo por la Harvard School of Public Health y publicado en la revista Pig Progress confirma que no toda la proteína es igual y comer grandes cantidades de carne roja incrementa el riesgo de sufrir accidente cerebrovascular, mientras que la de pollo lo disminuye.
La principal conclusión de este artículo es que el tipo de proteína influye enormemente en el riesgo de accidente cerebrovascular, que debe ser considerada en el contexto de los alimentos. Para determinar la influencia de los distintos tipos de proteína de la dieta sobre el riesgo de este tipo de enfermedad, los investigadores hicieron varios grupos de personas con el criterio de cantidad de carne roja, pollo, pescado, lácteos y otras fuentes de proteína consumían diariamente.
Los hombres que consumían más de dos porciones de carne roja al día, máximo de los consumidores de carne del estudio, tenían un 28% más de riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular en comparación con aquellos que de media tomaban un tercio de una porción de carne roja al día, el mínimo de los consumidores de carne.
Las mujeres que comían casi dos porciones de carne roja al día tenían un 19% más de riesgo de sufrir un infarto cerebral que las que comían menos de la mitad de una porción al día.
Cambiar una de las porciones por pollo disminuía el riesgo de accidente cerebrovascular en alrededor de un 27%. Una porción de nueces o pescado se relacionó con una caída del 17%, y una porción de lácteos, con una disminución de entre el 10 y el 11%.
Las personas que comían la máxima cantidad de pollo o pavo al día, aproximadamente la mitad de una porción para mujeres y tres cuartos de una porción para hombres, tenían un 13% menos de riesgo en comparación con aquellas que tomaban apenas más de una porción diaria.
Los investigadores no han probado que la ternera sea culpable del incremento del número de accidentes cerebrovasculares, pero el principal autor del estudio asegura que la grasa y el hierro de la carne roja podrían jugar un papel importante.
Un estudio anterior llevado a cabo en el Instituto Karolinska de Escocolmo también encontró que la ingestión de carne roja podría estar relacionada con el riesgo de infarto cerebral
La principal conclusión de este artículo es que el tipo de proteína influye enormemente en el riesgo de accidente cerebrovascular, que debe ser considerada en el contexto de los alimentos. Para determinar la influencia de los distintos tipos de proteína de la dieta sobre el riesgo de este tipo de enfermedad, los investigadores hicieron varios grupos de personas con el criterio de cantidad de carne roja, pollo, pescado, lácteos y otras fuentes de proteína consumían diariamente.
Los hombres que consumían más de dos porciones de carne roja al día, máximo de los consumidores de carne del estudio, tenían un 28% más de riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular en comparación con aquellos que de media tomaban un tercio de una porción de carne roja al día, el mínimo de los consumidores de carne.
Las mujeres que comían casi dos porciones de carne roja al día tenían un 19% más de riesgo de sufrir un infarto cerebral que las que comían menos de la mitad de una porción al día.
Cambiar una de las porciones por pollo disminuía el riesgo de accidente cerebrovascular en alrededor de un 27%. Una porción de nueces o pescado se relacionó con una caída del 17%, y una porción de lácteos, con una disminución de entre el 10 y el 11%.
Las personas que comían la máxima cantidad de pollo o pavo al día, aproximadamente la mitad de una porción para mujeres y tres cuartos de una porción para hombres, tenían un 13% menos de riesgo en comparación con aquellas que tomaban apenas más de una porción diaria.
Los investigadores no han probado que la ternera sea culpable del incremento del número de accidentes cerebrovasculares, pero el principal autor del estudio asegura que la grasa y el hierro de la carne roja podrían jugar un papel importante.
Un estudio anterior llevado a cabo en el Instituto Karolinska de Escocolmo también encontró que la ingestión de carne roja podría estar relacionada con el riesgo de infarto cerebral
Un equipo de investigación norteamericano ha realizado un estudio con consumidores de distintos tipos de alimentos para determinar la relación entre la ingestión de carne roja con el mayor riesgo de padecer enfermedades cerebrovasculares.
Un estudio reciente llevado a cabo por la Harvard School of Public Health y publicado en la revista Pig Progress confirma que no toda la proteína es igual y comer grandes cantidades de carne roja incrementa el riesgo de sufrir accidente cerebrovascular, mientras que la de pollo lo disminuye.
La principal conclusión de este artículo es que el tipo de proteína influye enormemente en el riesgo de accidente cerebrovascular, que debe ser considerada en el contexto de los alimentos. Para determinar la influencia de los distintos tipos de proteína de la dieta sobre el riesgo de este tipo de enfermedad, los investigadores hicieron varios grupos de personas con el criterio de cantidad de carne roja, pollo, pescado, lácteos y otras fuentes de proteína consumían diariamente.
Los hombres que consumían más de dos porciones de carne roja al día, máximo de los consumidores de carne del estudio, tenían un 28% más de riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular en comparación con aquellos que de media tomaban un tercio de una porción de carne roja al día, el mínimo de los consumidores de carne.
Las mujeres que comían casi dos porciones de carne roja al día tenían un 19% más de riesgo de sufrir un infarto cerebral que las que comían menos de la mitad de una porción al día.
Cambiar una de las porciones por pollo disminuía el riesgo de accidente cerebrovascular en alrededor de un 27%. Una porción de nueces o pescado se relacionó con una caída del 17%, y una porción de lácteos, con una disminución de entre el 10 y el 11%.
Las personas que comían la máxima cantidad de pollo o pavo al día, aproximadamente la mitad de una porción para mujeres y tres cuartos de una porción para hombres, tenían un 13% menos de riesgo en comparación con aquellas que tomaban apenas más de una porción diaria.
Los investigadores no han probado que la ternera sea culpable del incremento del número de accidentes cerebrovasculares, pero el principal autor del estudio asegura que la grasa y el hierro de la carne roja podrían jugar un papel importante.
Un estudio anterior llevado a cabo en el Instituto Karolinska de Escocolmo también encontró que la ingestión de carne roja podría estar relacionada con el riesgo de infarto cerebral.
La principal conclusión de este artículo es que el tipo de proteína influye enormemente en el riesgo de accidente cerebrovascular, que debe ser considerada en el contexto de los alimentos. Para determinar la influencia de los distintos tipos de proteína de la dieta sobre el riesgo de este tipo de enfermedad, los investigadores hicieron varios grupos de personas con el criterio de cantidad de carne roja, pollo, pescado, lácteos y otras fuentes de proteína consumían diariamente.
Los hombres que consumían más de dos porciones de carne roja al día, máximo de los consumidores de carne del estudio, tenían un 28% más de riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular en comparación con aquellos que de media tomaban un tercio de una porción de carne roja al día, el mínimo de los consumidores de carne.
Las mujeres que comían casi dos porciones de carne roja al día tenían un 19% más de riesgo de sufrir un infarto cerebral que las que comían menos de la mitad de una porción al día.
Cambiar una de las porciones por pollo disminuía el riesgo de accidente cerebrovascular en alrededor de un 27%. Una porción de nueces o pescado se relacionó con una caída del 17%, y una porción de lácteos, con una disminución de entre el 10 y el 11%.
Las personas que comían la máxima cantidad de pollo o pavo al día, aproximadamente la mitad de una porción para mujeres y tres cuartos de una porción para hombres, tenían un 13% menos de riesgo en comparación con aquellas que tomaban apenas más de una porción diaria.
Los investigadores no han probado que la ternera sea culpable del incremento del número de accidentes cerebrovasculares, pero el principal autor del estudio asegura que la grasa y el hierro de la carne roja podrían jugar un papel importante.
Un estudio anterior llevado a cabo en el Instituto Karolinska de Escocolmo también encontró que la ingestión de carne roja podría estar relacionada con el riesgo de infarto cerebral.
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