El investigador Eduardo Moreno ha modificado los genes de una mosca
La especie recibe el apellido de sintética debido a que ha sido creada por medios no naturales y porque solo es capaz de sobrevivir en el ambiente de laboratorio. La Drosophila Synthetica es una derivación de la especie natural Drosophila Melanogaster, a partir de la cual se creó «un circuito genético técnicamente complejo, con varias mutaciones», explica Eduardo Moreno, Premio Josef Steiner, el «Nobel del cáncer» en 2008.
Tienen algunos cambios visibles. «Son ciegas, de ojos pequeños y rosas, mientras que la original tiene ojos rojos y un poco más grande. También cambian las alas, su patrón o lo que se conoce como venas. Este patrón es característico para diferenciar las diferentes especies entre ellas», relata desde Suiza.
Ya existen animales con modificaciones genéticas, pero esta se convierte en una nueva especie por su incapacidad de reproducirse con la Drosophila original. «Solo se reproduce con las que tengan su mismo de genoma (sintéticas) y no con las originales. La hemos aislado de las otras, por eso son una nueva especie», dice.
El experimento se realizó con moscas por «motivos prácticos», ya que es una especie de características genéticas bien conocidas «fáciles de manipular técnicamente». «No se conoce tan bien la genética o el genoma de otros animales como para diseñar lo que quieres», explica.
«Como de ciencia ficción»
Explica Moreno que las especies transgénicas y sintéticas comparten la misma base, ya que son creadas con genes modificados o con la introducción de genes de otras especies. La diferencia básica es que las transgénicas pueden transferir sus características al original y reproducirse, y las sintéticas no. Existen ya otras especies sintéticas, pero fuera del mundo animal como en el caso de pepinos y bacterias.
Su ventaja, asegura, Moreno es que son más seguras que las transgénicas, ya que no existe el peligro que contaminen a las originales. En la actualidad existen alimentos y animales transgénicos que se adaptan mejor a condiciones climáticas. Sin embargo, aún no se atreve a hablar de aplicaciones prácticas de esta creación.
«Este experimento es algo como de ciencia ficción. Es ciencia básica y filosóficamente también abre un debate interesante. Demuestra el terreno que ha ganado la ciencia en temas de creación. Al principio se creía que los seres humanos eran de origen divino, después con Darwin se comprobó que con la evolución se modificaban las especies. Ahora creamos especies en un laboratorio. Es algo muy potente.», sentencia.
noticia de abc.es