Un análisis de sangre ha demostrado capacidad para diagnosticar con un 90% de precisión el alzhéimer con tres años de antelación. El trabajo, liderado por Howard Federoff, de la Universidad de Georgetown (Washington DF), se basa en los niveles de 10 metabolitos lipídicos. Lo ha publicado Nature Medicine.
En el estudio se hizo un seguimiento de 525 personas mayores de 70 años durante un quinquenio. Se hicieron diversas comparaciones, y el resultado fue que las personas que desarrollaron alzhéimer o problemas cognitivos más leves tenían unos niveles más bajos de estos 10 fosfolípidos.
La relación es puramente estadística, ya que Federoff admite que no sabe ni siquiera de dónde vienen esas moléculas, aunque se sabe que están presentes en las membranas celulares. Por eso el presupone que lo que están mostrando es una rotura de las neuronas, ligada al deterioro cognitivo.
El ensayo "es muy prometedor", ha dicho Simon Lovestone, de la Universidad de Oxford, aunque ha matizado que de los 525 solo 28 han desarrollado síntomas, por lo que habrá que ampliar los trabajos.
El alzhéimer es la primera enfermedad neurodegenerativa. En España se calcula que afecta a unas 800.000 personas.
De momento, el análisis no tiene aplicaciones médicas, ya que no hay cura para la enfermedad. Tan solo hay algunos tratamientos y terapias que intentan mantener las capacidades básicas de memoria y movilidad de los afectados.
Tampoco hay otros detectores. El diagnóstico se hace por los síntomas. Hay varios intentos de tener uno precoz midiendo algunas proteínas en el líquido cerebroespinal (las tau o beta-amiloides cuya acumulación se relacionan con la enfermedad).
En cualquier caso, el sistema descrito es sencillo y parece que concluyente. Los autores confían en tenerlo disponible a gran escala en dos años.