La   Agencia Espacial Europea dio a conocer una de sus más recientes creaciones, un   robot lagartija capaz de trepar prácticamente todo tipo de superficies, incluso   en estados de micro-gravedad, especialmente diseñado para asistir en operaciones   técnicas espaciales.
Bautizado   bajo el nombre de Abigaille, el robot emula los mecanismos de adhesión a las   superficies verticales que emplea la lagartija. Este tipo de reptil lograr una   óptima sujeción gracias a una serie de pelos microscópicos presentes en las   extremidades de sus patas. Estos pelos son tan delgados hacia sus extremos que   pueden interactuar atómicamente con cualquier superficie.
Los   científicos del proyecto lograron desarrollar unas almohadillas que basan su   principio de adhesión en estos pelos, aunque los suyos son considerablemente más   largos para cargar con el peso del robot. Tras ser sometida a varios ensayos, la   almohadilla demostró ser resistente a la falta de gravedad y las temperaturas   espaciales.
Tras   evaluar el uso de adhesivos, velcro e imanes, una vez más, imitando los   principios físicos de la naturaleza, el hombre ha logrado sortear otro   inconveniente en la conquista del espacio.
