Las exportaciones y los nuevos fármacos impulsan los resultados y cotizaciones del sector
En el mundo empresarial, como en la política, el que resiste gana. Todos los laboratorios españoles que cotizan en Bolsa salvo Almirall, que sin embargo es una de las farmacéuticas que presenta mejores expectativas, han incrementado sus beneficios en el primer semestre y todas las compañías facturan ya más fuera que dentro de España.
Acumulan en 2013, además, grandes revalorizaciones en el parqué. En los últimos días, se apreciaban en torno al 125% las acciones de Zeltia; al 80%, las de Faes Farma; al 65%, las de Rovi; al 50%, las de Almirall, y al 12%, las de Grifols.
Las curas a las que se han sometido estas sociedades escuecen como el alcohol, dice un analista, pero desinfectan las heridas que la crisis ha abierto (y sigue abriendo) en su actividad y en sus cuentas.
En los últimos años se han sucedido reformas administrativas en España y en otros países, con el objetivo de recortar el gasto sanitario, que han impactado negativamente sobre la industria farmacéutica.
Las últimas medidas lesivas para los laboratorios españoles, al menos hasta ahora, han sido dos aprobadas en 2012 para tratar de embridar la demanda de medicamentos con receta de la sanidad pública: el incremento de la aportación que hace el paciente al pago de las medicinas y la exclusión de la financiación pública de 416 fármacos de uso común.
Para superar la delicada situación en que se hallan efectos de la crisis general, recortes en el gasto sanitario, morosidad, competencia de los medicamentos genéricos y vencimiento de patentes, los laboratorios españoles están recurriendo a nuevos productos y mercados, a la internacionalización, a fabricar y comercializar para terceros, a suscribir alianzas para el desarrollo de algún fármaco, y a eliminar deuda y reducir gastos Lo logran a medias con estas estrategias, y con mayor fortuna en unas compañías que en otras, pero a la postre y hasta ahora aguantan el tirón.
En conjunto, en el primer semestre, tres de los cinco laboratorios cotizados Faes, Grifols y Rovi han mejorado las cifras de ventas y el resultado bruto de explotación (ebitda) que lograron en igual periodo de 2012.
Los otros dos, Almirall y Zeltia, han reducido ligeramente su facturación, entre un 2% y un 3%, y han recortado algo más su resultado operativo. Retrocesos debidos, en buena medida, a la inversión realizada en nuevos fármacos en el caso de la primera y a la negativa evolución de sus actividades vinculadas a la química de gran consumo en el caso de Zeltia.
En Rovi, por el contrario, hacen gala de sus méritos. "Hemos alcanzado" a 30 de junio "un crecimiento de los ingresos operativos del 5%", dice Juan López-Belmonte, su consejero delegado, por "la fortaleza de dos de nuestros pilares de crecimiento, el área de especialidades farmacéuticas y el de fabricación para terceros".
"Hemos logrado este crecimiento importante", explica el directivo, pese a "la caída del 15%" registrada en el mercado farmacéutico español en el primer semestre y al anuncio de que la patronal, Farmaindustria, espera una caída del 12% en el citado mercado en 2013. Rovi, en esta difícil situación, confía en seguir creciendo, subraya el directivo.
El laboratorio madrileño ha ampliado este año su planta de Granada para atender la demanda de una de sus especialidades estrella, Bemiparina, que en el primer semestre incrementó sus ventas en un 8% y es vehículo principal en su proceso de internacionalización (Rovi está ya presente en media docena de países y quiere desembarcar en India y China). No tiene problemas de vencimientos de patentes hasta 2017 y asegura que espera cerrar 2013 con un crecimiento de sus ingresos operativos de entre un 5% y un 9%.
Faes Farma, por su parte, gracias al antihistamínico Bilastina y a la marcha de sus negocios tradicionales ha elevado su beneficio en casi un 37% en el primer semestre y sus ingresos en un 6,5% respecto a igual periodo de 2012.
Algunos analistas apuntan, sin embargo, que en términos comparables las ventas de Faes Farma habrían caído en torno a un 4,2% en el semestre debido a que en abril se produjo el cobro de siete millones de euros por los resultados de los primeros ensayos de Bilastina hechos en Japón.
La farmacéutica vasca confía, empero, en cumplir los objetivos que hizo públicos, a finales del primer trimestre, para el conjunto del ejercicio 2013: una ligera caída en sus ventas (en torno al 1,4%), pero con elevados crecimientos del ebitda (28,2%), del ebit (37,9%) y del beneficio neto (26,9%).
Grifols, que juega en una liga superior y distinta de la del resto de laboratorios españoles (es el tercer productor mundial de medicamentos biológicos derivados del plasma), se apuntó en el primer semestre casi la mitad de la facturación conjunta de los cinco laboratorios españoles cotizados, cuatro quintas partes de la suma de sus ebitda y también cuatro quintas partes de sus ganancias agregadas.
La multinacional catalana, que obtiene el 92% de sus ingresos en el extranjero, explica la mejora de su beneficio neto en el primer semestre (creció un 36,9%) en la progresión de sus ventas (4,9%) y en la reducción de sus gastos financieros (un 11,2% menos, gracias a la renegociación de las condiciones de su deuda pactada a principios del ejercicio pasado).
La compañía, sin embargo, que vio dispararse de golpe su deuda por la compra de su competidor Talecris en 2011, la ha reducido ligeramente en el segundo trimestre al pasar de 2.511,8 millones a 2.442,3 millones (con un ratio de deuda sobre ebitda ajustado de 2,77 veces). En agosto se ha hecho, a través de una suscripción de 19,8 millones de euros en una ampliación de capital, con un 35% de la farmacéutica estadounidense Aradigm Corporation.
Almirall, que ha visto caer en el primer semestre sus ingresos (2,6%), su resultado bruto de explotación (18,2%) y su resultado neto (34,8%), argumenta que estos resultados financieros están "en línea" con sus "expectativas y siguen su curso para cumplir con las previsiones anuales" y destaca la mejor evolución de sus ventas, que cayeron un 14,9% en el primer trimestre y han caído un 8,1% en el primer semestre.
La farmacéutica, sin embargo, presenta un balance sólido, sin deuda financiera y con 50 millones de euros en caja y equivalentes (un 71% de su activo total).
El futuro inmediato de esta compañía, que acaba de abrir en Canadá su decimocuarta filial fuera de España y que lidera las inversiones de su sector en I+D (dedica más del 20% de sus ventas a este capítulo), corre de la mano de sus fármacos Eklira y Constella. El primero, destinado a tratar insuficiencias respiratorias, se está comercializando ya en monoterapia y con buenas cifras de ventas en Europa y Estados Unidos.
Varios analistas que siguen a este laboratorio apuestan por él y por sus novedosos fármacos (barajan expectativas de ventas de hasta 1.250 millones para las distintas combinaciones de Eklira y de unos 200 millones para Constella) y explican sus resultados en 2013 como los del último ejercicio de preparación y lanzamiento de lo que va a ser una nueva farmacéutica diferente de la actual.
Por último, la mayor concentración en su negocio de oncología ha permitido al grupo gallego Zeltia elevar en un 28% su beneficio en el primer semestre, periodo elegido a efectos comparativos, pese al mal comportamiento de su división de química de consumo. Las ventas de su fármaco Yondelis (del que ensaya ahora una segunda generación para combatir algunos cánceres de ovario) aumentaron un 13% en la primera mitad del año. Su división de biofarmacia creció un 7%, fruto de una progresión del 8% en las cuentas de PharmaMar y de una caída del 3,3% en las de Genómica
Fuente elpais.com