Crean un hurón mutante para descubrir por qué el cerebro humano es tan grande
Es todavía un misterio por qué el cerebro humano creció hasta alcanzar el tamaño que tiene actualmente, mucho mayor que el de otras especies con las
Pero ahora, un hurón diseñado genéticamente podría ayudar a revelarlo. Este mustélido tiene un gen inactivado, relacionado con el tamaño del cerebro y el mismo del que se sospecha que modifican virus como el del Zika para acabar provocando microcefalia. De hecho, era eso lo que pretendían estudiar aunque al final han acabado arrojando luz sobre cómo nuestro órgano más importante se expandió durante el curso de la evolución.
"Estudio a niños con enfermedades de desarrollo cerebral, nunca pensé que estaría revisando la historia evolutiva de la humanidad", dice Christopher Walsh, investigador en el Howard Hughes Medical Center y uno de los autores del trabajo, que apareció publicado ayer en 'Nature'.
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Por lo general, la capa externa del cerebro humano, el córtex, es amplia y está muy plegada, pero todo puede descarrilarse cuando el cerebro se está formando y dar como resultado un caso de microcefalia, una patología que puede deberse al Zika o a causas genéticas. Ahí entra el juego el gen ASPM, del que los investigadores descubrieron que es capaz de reducir el tamaño del cerebro hasta en un 50% cuando se produce una mutación.
Lo curioso es que, en ratones, inactivar este gen ASPM sólo reduce el tamaño del cerebro en un 10% máximo, lo que supone un problema a la hora de aplicar los conocimientos al ser humano. Por ello, miraron más allá y se centraron en una especie habitualmente insólita para estos menesteres: el hurón, un mamífero con una corteza mucho más grande e intrincada, en definitiva, más como la nuestra.
Este es solo el segundo hurón así que se crea. El primero fue empleado hace diez años por John Engelhard, uno de los coautores, para estudiar la fibrosis quística.
Lo cierto es que los hurones son un modelo de la microcefalia humana muchísimo mejor que los ratones, ya que sufren una reducción del cerebro de hasta el 40% de tamaño. Además, como ocurre en humanos, conservan tanto el grosor de la corteza como la organización celular.
Pero lo que no esperaban encontrar es que los hurones revelaran también el mecanismo que hizo a los cerebros humanos crecer hasta el triple de su tamaño original durante los últimos siete millones de años.
La clave, según descubrieron, está en el papel del gen ASPM para regular la producción de células gliales radiales, una clase de células madre capaces de crear todo tipo de células en la corteza. En resumen, ajustar el gen puede aumentar o disminuir el número de neuronas. "En retrospectiva, tiene sentido", añade Walsh. "Los genes que unieron nuestros cerebros durante el desarrollo deben haber sido los genes que la evolución modificó para agrandar nuestros cerebros".
En los humanos, algunos genes como el ASPM han experimentado cambios evolutivos recientes, algo que Walsh interpreta como que estos podrían ser importantes en la distinción entre primeros humanos y neandertales, o con nuestros parientes vivos más cercanos, los chimpancés.