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viernes, 30 de marzo de 2012

Desarrollan una pastilla que absorbe las sustancias radiactivas de los alimentos

Nanopartículas de óxidos metálicos

Desarrollan una pastilla que absorbe las sustancias radiactivas de los alimentos

La cápsula podría eliminar sustancias peligrosas en la leche, agua o zumos tras el accidente de Fukushima

Un equipo de científicos desarrollan una píldora que puede absorber y reducir la concentración de sustancias radiactivas en alimentos como leche, agua o zumos, ha informado hoy la Sociedad Estadounidense de Química. La cápsula presentada en el último encuentro de esta sociedad científica podrá ser utilizada a gran escala por empresas o consumidores comunes para evitar las dudas sobre la contaminación radiactiva de alimentos.

Los creadores han citado las preocupaciones actuales sobre el terrorismo con material radiactivo o tras el accidente nuclear de Fukushima, que ha contaminado alimentos en zonas cercanas a la central afectada por el terremoto y posterior tsunami del 11 de marzo de 2011.

«Hemos diseñado (la píldora) para la descontaminación radiactiva del agua y bebidas de un compuesto que en su origen se desarrollo para la explotación minera de los océanos en busca de uranio y para retirar metales pesados y uranio de agua contaminada», ha indicado Allen Apblett, profesor de la Universidad del Estado de Oklahoma y jefe del equipo investigador.

La píldora está compuesta por nanopartículas de óxidos metálicos, que reaccionan con ciertos materiales radiactivos y los absorben, de manera que una vez retirada la cápsula se reduce la concentración de sustancias peligrosas.

La cápsula puede atraer los «actinidos» de la tabla periódica, que son radiactivos, entre ellos plutonio y uranio, además de otras partículas como el plomo, arsénico o el estroncio, relacionadas normalmente con iones radiactivos derivados de la fisión nuclear.

Los investigadores aseguran que en las pruebas preliminares en laboratorio la nueva tecnología permitió reducir la concentración de materiales radiactivos a niveles no detectables, aunque no especificaron si la píldora funciona con altas concentraciones.

Los responsables de este hallazgo intentan avanzar en la comercialización de la píldora, que por el momento se utilizaría principalmente para eliminar trazas de plomo, cadmio y estroncio de suplementos dietéticos con calcio.

Noticia de ABC.es ciencia

martes, 20 de marzo de 2012

Primera evidencia de que los virus del tipo del Epstein Barr pueden producir cáncer en perros

Nueve de cada diez personas tienen anticuerpos
Por Joaquín Ventura García

Más del 90 por ciento de las personas tiene anticuerpos frente al virus Epstein Barr. Este virus es el agente etiológico de la mononucleosis o enfermedad del beso, entre otras patologías humanas más graves como los linfomas de Hodgkin. Pero se sabe poco sobre cómo desencadena estas enfermedades.

Un artículo publicado en Science Daily explica que un equipo del la Escuela de Veterinaria de la Universidad de Pennsylvania ha descubierto que los virus del tipo del Epstein Barr pueden infectar a los perros y producirles linfomas. Se trata de un virus muy extendido en las personas, con un 90 por ciento de la población con anticuerpos. La enfermedad más común que produce en los seres humanos es la mononucleosis, pero también causa patologías más graves como los linfomas de Hodgkin, no-Hodgkin y Burkitt.

El descubrimiento* de los veterinarios de la Universidad de Pennsylvania sugiere que los perros y los humanos sufren la infección por el virus Epstein Barr de forma similar, lo cual permitiría a los científicos estudiar cómo interactúa el virus con los perros y aplicar sus investigaciones a la lucha contra el patógeno en estos animales y también en el hombre.

Nicola Mason, autor principal del estudio, ha explicado que la importancia de este descubriento radica en que hasta ahora no había otros modelos animales naturales de mamíferos de tamaño grande que ayudasen a progresar más rápidamente en los estudios, excepto los simios.

Los perros desarrollan linfomas que comparten muchas características con los de los seres humanos. Esto es especialmente así en ciertas razas como el Golden Retriever, en la que uno de cada ocho individuos sufre este problema.

*Shih-Hung Huang, Philip J. Kozak, Jessica Kim, Georges Habineza-Ndikuyeze, Charles Meade, Anita Gaurnier-Hausser, Reema Patel, Erle Robertson, Nicola J. Mason.Evidence of an oncogenic gammaherpesvirus in domestic dogs. Virology, 2012; DOI:10.1016/j.virol.2012.02.013.

Noticia de argos.portalveterinaria.com

 

lunes, 12 de marzo de 2012

Locos por el champú de caballo

Moda insólita

El uso humano de jabón para equinos se multiplica pese al reproche médico

En los últimos meses se ha disparado el uso de los denominados champús de caballo, para fortalecer y mejorar el aspecto del pelo. No todo el mundo alaba sus beneficios. MÒNICA TUDELA
MARINA GASCÓ BARCELONA

La cuestión es que crezca el pelo, sea como sea. La última moda que ha explotado en España desde el verano pasado ha sido el uso humano de champú especial para caballos. Este contiene biotina, también denominada B5, la vitamina B más buscada en los tiempos que corren. Tiempos en los que el boca-oreja y los blogs o foros de belleza han perjudicado miles de melenas de jóvenes locas por tener el pelo cuanto más largo mejor.

Lavado con champú de caballo en una peluquería de Barcelona. FERRAN NADEU

Información publicada en la página 30 de la sección de cv Sociedad de la edición impresa del día 11 de marzo de 2012 VER ARCHIVO (.PDF)

La actriz Jennifer Aniston fue, de modo consciente o no, la instigadora. Ella divulgó en el 2001 que el secreto para lucir una cabellera de película era lavársela con champú para equinos, y sus fans primero y el resto después se la creyeron a pies juntillas, a pesar de que los supuestos beneficios capilares de esa moda en auge no sean más que una leyenda urbana.

«NO SIRVE PARA NADA» / Así lo confirma la dermatóloga de Barcelona Marta Alegre: «La biotina tópica no sirve para nada. Solo da más volumen al cabello, pero porque le extrae su queratina natural».

La también dermatóloga Montserrat Pérez previene además del riesgo que supone este producto para el cuero cabelludo de las personas: «Lo que tiene el champú de caballo es una gran concentración de B5, que a la larga es perjudicial para los humanos. No se puede comparar la suciedad que almacena un caballo, que vive al aire libre y se lava dos veces al año, con la nuestra. La piel humana es mucho más limpia. Por esta razón los champús para caballos resultan agresivos para nosotros».

SIN QUEJAS EN LA FÁBRICA / Contrariamente a la opinión médica, fabricantes de este producto sostienen que reporta beneficios para los humanos. Así lo explica la responsable de calidad de los laboratorios José Collado, SA, Montse Hernández, quien dice remitirse a las pruebas: «Nunca hemos recibido ninguna queja sobre sus efectos en los humanos, y eso que en nuestro caso la composición de los champús que vendemos para consumo equino y consumo humano es exactamente la misma».

«UNA PIJADA» / Por su lado, una veterinaria de la Hípica Sant Cugat afirma que «en los caballos funciona porque les da calidad al pelo, ya que lo fortalece y lo abrillanta, pero no actúa de la misma manera en las personas». «De hecho -agrega- ni siquiera nosotros aplicamos champú con biotina a nuestros caballos. ¡Eso es una pijada! Son los jinetes quienes les compran ese tipo de jabón».

Este es el caso de Gina Chicote, una joven de 20 años que es amazona desde los 16: «Yo lavo a mi caballo con esta clase de champús y de vez en cuando también lo uso yo misma, aunque me queda el pelo muy áspero», confiesa.

Como ella, muchas otras personas se han lanzado al uso de este producto de consumo equino. Jessica Herbás, de 21 años, cuenta que hace dos meses que se lava el pelo con él. «Desde entonces me lo veo más fuerte y largo, aunque quizá es porque quiero creer que funciona», admite Jessica entre risas, y añade: «No lo uso cada día porque cuando se me seca lo noto raro».

PH DIFERENTES / Eso no resulta sorprendente, ya que el pH (índice de acidez o alcalinidad) de la piel de los animales es diferente al de la especie humana y además el pelo del caballo es mucho más resistente que el de las personas. Lo confirma la peluquera Núria Reguerta: «El jabón equino destroza el cuero cabelludo humano, porque es mucho más sensible que el de los caballos».

Hay champús para uso humano que también llevan biotina, aunque mucho menos concentrada, claro. «Pero la gente prefiere el champú equino, porque cree que cuanto más agresivo es el producto, más efectivo será», explica la peluquera.

La biotina no es de hecho ninguna novedad: «Se receta B5 a las personas que sufren de alopecia o dermatitis, pero en forma de pastillas, porque esta es la única manera de que tenga algún efecto», aclara el farmacéutico Josep Maria Serra, quien sostiene que «la función del champú es superficial y es imposible que haga milagros, ya que está tan solo unos pocos minutos sobre la piel».

No obstante, la venta y difusión de este jabón está experimentando un auge meteórico. «Solo hace un mes que abrimos nuestra página web y el producto estrella es el champú equino. ¡Nos lo compran desde Valencia y el País Vasco, y acaban pagando más por el envío que por el champú en sí!», explica con asombro la encargada de una tienda de animales de Barcelona, que prefiere preservar su identidad.

EN EL SÚPER / No solo el mercado especializado en animales o en estética se ha apuntado al carro de esta moda que se extiende a toda velocidad sin necesidad de campañas publicitarias. La cadema de supermercados Mercadona no ha tardado en colocar en los estantes de venta de sus establecimientos un champú con biotina, este sí destinado al consumo humano, pero publicitado con la imagen de un caballo. La operación ha resultado un éxito comercial fulgurante. «Se ha vendido como el que más», explica una empleada de Mercadona.

Pero, contra la corriente de esta moda, los especialistas siguen recomendando los métodos clásicos para lucir una melena bella y sana: lavarse el pelo con los champús adecuados de toda la vida y no cortárselo con demasiada frecuencia.

Notocoa de elperiodico.com

jueves, 8 de marzo de 2012

El genoma del gorila no aclara qué nos hace humanos

El genoma del gorila no aclara qué nos hace humanos

Dos gorilas en cautividad. | Alice Gray

Dos gorilas en cautividad. | Alice Gray

  • El gorila es el simio vivo más próximo a humanos y chimpancés
  • El chimpancé sigue siendo el animal más parecido al hombre
  • En un 15% del genoma tenemos más similitudes con gorilas que con chimpancés

El ser humano comparte el 99% de la información genética con el chimpancé. Así que se pensaba que en ese 1% se esconde la clave de lo que nos hace humanos. Sin embargo, al comparar el ADN del 'Homo sapiens' con el del gorila se ha descubierto que parte de los genes de ese 1% son similares en humanos y gorilas. De modo que no es ahí donde está la diferencia.

Los genes auditivos asociados con el lenguaje sufrieron la misma evolución ambas especies

La genética siempre le da la razón a la doctora Mary-Claire King. La prestigiosa genetista, descubridora del primer oncogén responsable del cáncer de pecho -el BRCA1- y nominada varias veces al Premio Nobel, ya predijo en 1973, tras analizar la secuencia de aminoácidos de un grupo de proteínas humanas y de chimpancé, que ambas especies eran idénticas en un 99% de su información genética. En 2005, la presentación del genoma del chimpancé confirmó las sospechas de King.

En 1975, en una investigación publicada en la revista 'Science', la doctora iba más allá y concluía que, dado que las secuencias humanas y de los grandes simios eran prácticamente idénticas, lo que diferencia a los chimpancés del ser humano no está en la sucesión de las letras del código genético, sino en cómo, cuándo y por qué se leen estas letras del ADN, es decir en la epigenética, en la regulación de la expresión génica.

La genética no tiene todas las claves

En aquel momento, la comunidad científica tenía la mirada fija en la genómica y parecía que la información contenida en el patrimonio genético de cada especie desvelaría todos los secretos de la vida. De forma que no se le concedió a los resultados de Mary-Claire King la credibilidad que merecían. Ahora, el equipo científico dirigido por los investigadores del Wellcome Trust Institute (Reino Unido) Aylwyn Scally y Richard Durbin, que acaba de descodificar el ADN completo del gorila, el último gran simio que faltaba, le ha vuelto a rendir un silencioso homenaje al trabajo de Mary-Claire King.

La esperada confirmación de que la información genética contenida en ese 1% que separa al ser humano del chimpancé es precisamente lo que nos hace humanos, no ha aparecido por ningún sitio. Al comparar el ADN humano con el del gorila los investigadores han comprobado que algunos de los genes presentes en ese 1% son similares en humanos y gorilas. De forma que de ningún modo pueden ser responsables de las diferencias entre el hombre y los simios, como ya adelantó King hace más de 30 años. La clave de la humanidad debe esconderse en las entretelas de la maquinaria de expresión génica, pero aún habrá que esperar para conocerla.

El genoma del gorila en la última pieza genética necesaria para entender la rama evolutiva de los grandes simios. Con él, quedan al descubierto los cuatro grandes géneros del árbol de la evolución humana: el género 'Pan' del chimpancé, el 'Pongo' del orangután, el 'Homo' del ser humano y el 'Gorilla' del gorila. Es cierto que el bonobo también es una especie diferente de gran simio, pero pertenece al mismo género que el chimpancé.

Hasta la fecha el gorila era el gran olvidado de los estudios de evolución humana. Cuando un investigador quería estudiar caracteres humanos muy antiguos usaba el orangután para sus comparaciones y cuando lo que necesitaba era atender a mutaciones más cercanas en el tiempo el modelo era el chimpancé. Pero ahora, el gorila está en primera fila de la investigación en biología evolutiva.

Compartimos mutaciones relacionadas con la audición

El equipo internacional coordinado por Scally utilizó para la investigación el ADN de una hembra de gorila de llanura del Oeste ('Gorilla gorilla gorilla') llamada Kamilah. Uno de los caracteres que más ha servido de ejemplo de las diferencias genéticas con los grandes simios y que estaba en las quinielas de los genes responsables de lo que nos hace humanos eran aquellos relacionados con la audición. La comunidad científica había identificado una serie de modificaciones genéticas relacionadas con el aparato auditivo que sólo estaban presentes en el ser humano y no en los simios cuyo genoma ya se conocía. De forma que todo indicaba que podían tener un papel importante en el desarrollo del habla y la comunicación verbal, una de las principales señas de identidad humanas. Sin embargo, este nuevo trabajo ha echado por tierra esta idea ya que el gorila también tiene esas modificaciones que no tienen ni chimpancés ni orangutanes, pero que sí están presentes en el ser humano.

"Estos genes son muy importantes en el desarrollo del aparato auditivo y había en ellos algunas modificaciones muy claras que eran hasta ahora patrimonio exclusivo del hombre. Pero hemos descubierto que el gorila también las tiene", explica Tomàs Marquès-Bonet, coautor del trabajo e investigador del Instituto de Biología Evolutiva de la Universidad Pompeu Fabra y del CSIC y del Departamento de Ciencias Genómicas de la Universidad de Washington, Seattle (EEUU). "Cuanto más estudio a los grandes simios y lo que nos separa de ellos, menos entiendo qué nos hace humanos", explica el investigador que ha liderado la aportación española. "Por supuesto que encontramos diferencias entre los linajes del gorila, el chimpancé y el ser humano, pero lo que encontramos en el ADN no explica lo que nos hace humanos. No es suficiente".

A pesar de que no haya servido para presentar las claves genéticas de la humanidad, el trabajo, publicado en la revista 'Nature', sí aporta datos muy importantes para comprender los mecanismos de la evolución humana y el origen de muchas enfermedades únicas de nuestra especie. Y ello gracias a la colaboración de más de 20 laboratorios de siete países diferentes, incluido China, que en los últimos años ha visto claro el negocio que supone la secuenciación genética y ya está entre las primeras potencias mundiales en este campo tecnológico.

Y no es para menos si se miran las cifras de retornos económicos de grandes iniciativas genéticas como el Proyecto Genoma Humano. Según un estudio realizado en EEUU, los 3.800 millones de dólares invertidos por el Gobierno norteamericano en la iniciativa internacional para descodificar el ADN del ser humano han tenido un impacto en la economía del país de 796.000 millones de dólares, cerca de la mitad del producto interior bruto español.

Proyecto de los 100 genomas de simios

La comparación genética de los genomas de simios y humanos ha confirmado la creencia establecida de que el chimpancé es el animal con el ADN más parecido al humano. Pero también ha dado alguna sorpresa en este sentido, porque para un 15% del genoma esta relación se rompe y es el gorila el más cercano evolutivamente al humano.

Aunque el gorila no ha desbancado al chimpancé como pariente más cercano del hombre, el hallazgo sí ha supuesto una enorme sorpresa para los investigadores. El hecho de que algunos genes, como los relacionados con la percepción auditiva y el desarrollo cerebral, hayan evolucionado de forma paralela en humanos y gorilas y no en chimpancés tiene importantes implicaciones en el terreno de la evolución.

"Estos resultados rompen con la visión evolutiva clásica que teníamos hasta ahora, según la cual humanos y chimpancés compartían más variantes genéticas en todo el genoma", asegura el investigador Javier Prado, estudiante predoctoral que trabaja con Marquès-Bonet y coautor de la investigación. "El conocimiento de la evolución de este genoma nos ayuda a entender procesos básicos de su comportamiento y de los fenómenos de especiación que dieron lugar a nuestra especie. Además, estos conocimientos básicos de cómo funciona un genoma pueden ser trasladados después a enfermedades que aún no entendemos", comenta Tomàs Marquès-Bonet, coautor del artículo.

Precisamente en esos fenómenos de especiación reside una de las claves del trabajo. El análisis genético revela que el ser humano y el chimpancé se separaron como dos especies diferentes hace alrededor de cuatro millones de años. Pero esto no concuerda con los datos paleontológicos, que estiman que el tiempo fue mayor. Una de las novedades que aporta esta investigación es que trata de hacer un esfuerzo por reconciliar ambas disciplinas y pone en el mismo saco las evidencias del registro fósil con los datos moleculares.

Conciliación entre genetistas y paleontólogos

"Ante la duda, mi preferencia son los datos genéticos, que son más completos y atañen a algo fundamental: el aislamiento reproductivo", explica Arcadi Navarro, profesor de Biología Evolutiva de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. "Una vez que no se pueden mezclar genes, las especies ya pueden calificarse de distintas desde un punto de vista estricto, pero eso no siempre deja una huella paleontológica clara".

Según Navarro, los genetistas y los paleontólogos no necesitan reconciliación. "Estamos de acuerdo en una cosa fundamental: cuando los registros fósiles y moleculares no coinciden es que algo estamos haciendo mal los unos, los otros o ambos. La mayor parte de las pequeñas inconsistencias entre campos son debidas a la falta de datos", explica.

Además, la investigación pone de relieve la importancia de proteger estas especies. Los gorilas han sobrevivido en tan solo unas pocas poblaciones en los bosques ecuatoriales de África central y están en grave peligro de extinción. "El futuro de los gorilas es incierto, pues están bajo una enorme presión inducida por el ser humano", afirman Richard Gibbs y Jeffrey Rogers, autores de la secuenciación del genoma del chimpancé y del orangután respectivamente, en un artículo en 'Nature'. Si esto ocurre, el patrimonio genético de estos parientes podría perderse para siempre.

Hay que recordar que la secuenciación de un genoma se hace con un solo ejemplar, y que la diversidad genética que hay dentro de cada especie se desestima. Por este motivo, Tomàs Marquès-Bonet y su grupo, que han llevado el peso de gran parte del análisis del genoma del gorila, están volcados con un proyecto financiado por el European Research Council (ERC) para obtener un catálogo de la variabilidad genética en chimpancés, orangutanes y gorilas. El objetivo es analizar el ADN de 100 grandes simios, alrededor de 30 chimpancés, 30 orangutanes y 30 gorilas, individuo arriba o abajo.

"No sabemos qué es lo que pasará con estas especies dentro de 20 ó 50 años, de forma que ahora es el momento de capturar toda esa diversidad genética", explica Marquès-Bonet. Cuando estén disponibles estos datos se podrán cruzar con los obtenidos en el programa de los 1.000 genomas humanos, que está en marcha y cerca de su conclusión, para tener una idea mucho más precisa de cómo se produjo el proceso evolutivo que condujo hasta el 'Homo sapiens'.

Hasta hace poco tiempo se pensaba que alrededor del 10% de las mutaciones presentes en el ser humano eran responsables de conferir las características diferenciales del ser humano, pero los últimos análisis genéticos han derribado esta sospecha. "Tiene que haber algo, pero debemos expandir la complejidad del estudio", dice Marquès-Bonet. "La clave no está sólo en la secuencia de ADN, necesitamos estudiar con mayor profundidad la regulación genética para entender qué nos hace humanos". Y para ello se necesitan más mentes como la de la doctora Mary-Claire King.

Noticia de elmundo.es

lunes, 5 de marzo de 2012

Los océanos se están acidificando a velocidades sin precedentes

El proceso es el más rápido de los últimos 300 millones de años

PÚBLICO Almería 02/03/2012 13:22 Actualizado: 02/03/2012 19:19

Corales como el 'Astroides Calycularis' se verán perjudicados por la acidificación marina.

Corales como el 'Astroides Calycularis' se verán perjudicados por la acidificación marina.Ángel López Sans

Las emisiones antropogénicas de CO2, además de provocar el calentamiento global, están alterando la química de las aguas de los mares y océanos, conduciéndolas hacia una progresiva acidificación. Este cambio conlleva importantes repercusiones para los organismos y ecosistemas marinos.

Esas son las conclusiones de un estudio internacional publicado en el último número de la revista Science. El trabajo, en el que han participado investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), de la Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats (ICREA) y de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), pone de manifiesto la magnitud y gravedad del cambio antropogénico en la química marina. 

Según los autores, aunque a lo largo de los últimos 300 millones de la historia de la Tierra la química oceánica ha sufrido profundos cambios, ninguno de ellos parece haber sido a la vez tan rápido, de tanta magnitud y tan global como el que está ocurriendo en la actualidad.

La acidificación marina ocurre a medida que el CO2 emitido por las actividades humanas, derivado fundamentalmente de la quema de combustibles fósiles, se disuelve en los océanos. Más del 30% de las emisiones antropogénicas de CO2 pasa directamente a los océanos, que se vuelven progresivamente más ácidos.

Este proceso de acidificación perjudica a muchas formas de vida marina e interfiere, por ejemplo, en el desarrollo de especies que construyen caparazones o esqueletos de carbonato cálcico, como los corales o los moluscos. Puede afectar también a especies del fitoplancton, que constituye un eslabón esencial de las redes tróficas marinas, de las que dependen los peces, crustáceos y otras especies. 

Gran parte de la investigación sobre esta problemática se basa en experimentación en acuarios que simulan escenarios futuros de acidificación y evalúan la respuesta de los organismos. Para este estudio, por el contrario, se ha analizado el registro geológico mediante análisis paleontológicos y geoquímicos y se ha buscado eventos pasados de acidificación marina para detectar posibles efectos en la biota marina. 

El estudio ha detectado momentos concretos de la historia de la Tierra asociados con una profunda acidificación, como el máximo térmico del Paleoceno-Eoceno, hace 56 millones de años.

"Debido a emisiones volcánicas y a la desestabilización de hidratos de metano congelado en los fondos marinos, se liberaron a la atmósfera grandes cantidades de carbono, de una magnitud parecida a la que los seres humanos podrían llegar a emitir en el futuro. Durante este evento tuvieron lugar grandes extinciones, sobretodo de faunas bentónicas. No obstante, la inyección de CO2 fue, como mínimo, 10 veces más lenta que la actual, lo que augura consecuencias más catastróficas al cambio antropogénico actual", detalla Carles Pelejero, investigador del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC y de ICREA. 

Otras extinciones, como la del final del Triásico, hace 200 millones de años, y la del final del Pérmico, hace 252 millones de años, también pudieron implicar un importante proceso de acidificación. No obstante, todas estas extinciones también fueron asociadas a disminuciones en el contenido de oxígeno de los océanos y a grandes calentamientos.

De hecho, estas tres presiones medioambientales son las que están afectando de manera más global a los océanos actuales: el calentamiento, la acidificación y la desoxigenación. 

"A la vista de los impactos que detectamos a través del registro fósil, no queda ninguna duda de que deberíamos atacar cuanto antes el problema desde su raíz, adoptando medidas para reducir inmediatamente nuestras emisiones de CO2 en la atmósfera", concluye la investigadora Patrizia Ziveri, de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Noticia de publico.es